Hasta el otro día me había sido imposible darle a entender a Dácil que si tiene algo comestible en la mano, como un trocito de pan o una galleta, se lo puede ir comiendo sola metiéndoselo en la boca.
Lo primero que hace es meter cualquier cosa en el ojo.
Después lo suelta, descansa los brazos y abre la boca para que le dé de comer.
Hasta el otro día.
El domingo de resurección hubo actividades para niños en el jardín: pintar huevos, buscar huevitos de chocolate que habían sido anteriormente escondidos por la Liebre de Pascua (?)…(menos mal que Yone no cree en semejantes estupideces: Mami, tú escondes los huevos y luego me tienes que guiar para que yo los encuentre, ¿vale?), y había juegos de todo tipo. Estaba la cosa animada.
Y también había helados.
Dácil probó su primer helado…mmmm, frío pero agradable…qué curiosa combinación…
Cuando me comí mi helado, le coloqué el culito del cucurucho en la mano y después de metérselo en el ojo (era de esperar) ¡empezó a chuparlo!
Un nuevo hito.
Dácil come algo que sujeta con su propia mano.
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